Si bien este post se aleja un poco del propósito original de mi Blog, me tomaré la libertad de escribir acerca de una situación particular que me ocurrió esta semana, todo esto derivado de la forma en que muchas veces los resultados de investigaciones son mediatizados. Debo reconocer que en mi caso es una reacción prácticamente inconsciente y supongo que a mas de alguno le habrá pasado en alguna oportunidad. Lo que describo a continuación ocurre sin lugar a dudas constantemente en las vidas de muchos, con impactos diferentes para cada uno; pero solo a modo de ilustración me referiré a mi mas reciente experiencia al respecto.
Solo para contextualizar, un contacto de facebook público un enlace en el que se describe un estudio en el que se encontraron importantes niveles baceteriológicos (especialmente de Echerichia coli - solo wikipedia para una referencia rápida) en los carritos de supermercados en los Estados Unidos, país en el que resido temporalmente.
La verdad es que no cuesta mucho imaginarse que la manipulación diaria de esta herramienta de carga/transporte por parte de muchas personas, el traslado de alimentos como carnes, pescados, etc., y la exposición continua al ambiente; creo que son elementos mas que suficientes para encontrar algun microscópico bichito en ellos.
Desde nuestra visión como usuarios de dichos carritos (sin generalizar explico mi caso particular), cuando vamos al supermercado se toman medidas de higiene básicas tales como poner los alimentos frescos (verduras, frutas, pan, etc.) en bolsas para evitar el contacto directo con el carro y luego lavarse las manos al terminar la jornada de compras (y bueno si se tiene algún tipo de jabón a mano, uno se las lava dependiendo de lo que se ha manipulado). El punto es que tras leer esta noticia (solo por curiosidad basado en el titular) y compartir lo leído con mi esposa, creo que internamente se activaron algunas zonas de mi cerebro y de pasada del de mi esposa haciendo visible lo que hasta ese día era parte de un comportamiento habitual e internalizado respecto de medidas de higiene en base al sentido común. Lo interesante fue al día siguiente, donde efectivamente teníamos que ir al supermercado, así que adivinen que paso...
Tras una noche y parte del día siguiente, creo que mi cerebro y el de mi esposa hiceron un buen trabajo internalizando la siguiente relación: CARRO DE SUPERMERCADO => BACTERIAS.
Así que al llegar al supermercado ocurrio lo interesante:
1) Normalmente los carros de compra en el supermercado que frecuentamos se encuentran a unos pasos de la entrada, pero esta vez los evitamos y entramos directo al super, esto con la excusa casí inconsciente de que compraríamos pocas cosas.
2) Ya dentro del supermercado nos dirigimos a buscar un canastillo de compra. Notesé que para CANASTILLO DE COMPRA nuestra ya internalizada relación CARRO DE SUPERMERCADO => BACTERIAS no aplicaba.
3) Para nuestra sorpresa en nuestra ruta hacia el CANASTILLO DE COMPRA nos topamos con lo inesperado... SI, aquello que había evitado en primera instancia, La Bacteria en su versión cromada y con ruedas. Justo ahi, disponible, listo para usar. Sin necesitar ningun dispositivo de Biofeedback o incluso algun espejo afectivo (después de todo terminé refiriendome a las emociones y la tecnología, Ja! uno de los tópicos centrales del Blog) no me cabe duda que mi reacción instantánea fue similar a la de la foto (disgusto).
4) Al ver el carro, el espacio disponible, y la realidad de las cosas; reconsideramos nuestro plan de compras original (pues a decir verdad necesitabamos mas que unas pocas cosas). De hecho ya veníamos con algunas en la mano de otras tiendas y necesitabamos un lugar donde ponerlas. Así que no quedo otra que tomar a la bacteria con ruedas para que nos acompañara en nuestra visita al super.
5) La primera sección en el supermercado es la panadería... ni les cuento con el cuidado que se seleccionó el pan. Luego del pan vienen las frutas y verdudas, así que con bolsa en mano procedimos a la selección de frutas sin tocarla con nuestras ya "sucias" manos producto de acarrear a la versión metálica del Echerichia coli.
6) Ya solo en ese pequeño trayecto habíamos usado mas bolsas de las habituales. Lo se, totalmente faltandole el respeto al medio ambiente.
7) No describiré lo sucedido en los siguientes pasillos en detalle, pero en general relajamos ligeramente aquel comportamiento recientemente adquirido. Asi que seguimos poniendo en el carro el resto de las cosas que debíamos comprar. Sumen a eso unas cuantas lavadas de mano en el proceso.
8) Al llegar a casa y poner todos las bolsas en el piso, se tomaron algunas precauciones extra a fin de evitar el contacto de nuestros alimentos con las bolsas que estuvieron en contacto directo con el carro todo el tiempo. Por suerte no teníamos Lysol a mano ... :P
9) Ya con todos las compras guardadas en sus lugares correspondientes. Dije .... ¡Que demonios! (Claramente fue otra palabra, con un estilo mas Chileno), desde niño mis papás me paseaban en el carrito del supermercado mientras hacían las compras, y ya son incontables las veces que he realizado compras en Chile y acá... y bueno, aquí estamos sanitos aún :) ... (acabo de tocar madera, solo en caso de :))
Quiza suene extrema está historia, quizá si no hubiese ido al supermercado al día siguiente de leer la noticia, la historia sería diferente. El punto de todo esto, y se que no soy el único al que le han pasado este tipo de cosas, es como la mediatización de un hallazgo científico es capaz de variar nuestros comportamiento, y como entes sociales, afectar a su vez el comportamiento de quienes nos rodean. Consideren el alcance e impacto que pueden tener noticias cómo las distribuidas a través de las redes sociales (Facebook, twitter, etc.)
No me mal interpreten, si bien pertenezco a una comunidad científica, se cómo se realizan las investigaciones, como se llevan a cabo experimentos, y como se publican los resultados; creo que como seres humanos somos susceptibles a la manera en como un hallazgo científico se lleva al mundo a través de los medios populares. Añadamos a eso las malas interpretaciones o exageraciones, entre otras cosas.
A mi parecer el dar cuenta de esté tipo de problemas con el soporte de estudios seriamente realizados es clave para mejorar muchas áreas de nuestro diario vivir. El tema es que la información debería llegar en una forma ajustada para distintos grupos de personas. En el caso de los carritos de supermercados por ejemplo, si está información se orientará a personas como fiscalizadores, legisladores, etc. Sería posible que un futuro se tomarán medidas que permitan regular la limpieza/higenización de esta herramienta de carga a fin de reducir potenciales riesgos para la salud de la población. Por otro los medios igual deberían hacer llegar esta información a la población en general, pero de manera responsable y evitando el alarmismo. Claramente mi ejemplo y experiencia personal son ínfimas comparadas con otras investigaciones que han sido popularmente mediatizadas en el pasado.
Si bien en mi caso esto no pasa muy a menudo, lo importante es que cuando ocurre puedo reflexionar al respecto y reconsiderar mis actos, como lo he hecho en este post. Lo preocupante sin lugar a dudas, es que muchas personas se quedan solo con lo que leen, ven, o escuchan en los medios y sus comportamientos muchas veces terminan siendo inconcientemente alterados a causa de ello.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
sábado, 2 de abril de 2011
Mediatización del Trabajo Científico: Una historia de supermercado
Etiquetas:
Ciencia Medios Biofeedback Mediatizacion
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